Asalto de los Jenínaros en 1713, en Bender. |
Durante el siglo XIX, este imperio había perdido muchos territorios y fue finalmente destruido después de la Primera Guerra Mundial. Es de aclarar que era un Imperio musulmán que se había apropiado de reinos y territorios de confesión cristiana. Resulta lógico que los territorios cuya población era de otra religión se independizaran, debido a que la religión musulmana no solo influye en la parte espiritual de los seres humanos, sino que también incluye el derecho civil y penal. Por tanto, no podemos reprobar de que estos reinos cristianos buscasen su independencia, pues había una incompatibilidad cultural difícil de superar.
Si bien al independizarse perdieron el paraguas protector
del Imperio, peor les resultaba cambiar todas sus costumbres para vivir de
acuerdo al discurso del Corán. Pero no era el caso de la población musulmana
que vivía en el Imperio y luego de su destrucción se ubicaron en pequeños
países inventados, que ni siquiera respetaron que estuviesen consituídos por
habitantes que profesasen la misma rama del Islam y perteneciesen a la mismas
etnias. ¿Acaso esto también resultó una casualidad o una falta de conocimientos
de los que firmaron los acuerdos? ¿O fue así planificado para que viviesen en
conflictos permanentes y fueran más manejables económicamente? También esta
forma de dividir artificialmente ese territorio contribuyó a que fuera factible
la creación de un nuevo estado de otra religión que se ubica en una parte
central de lo que constituyó aquel Imperio: Israel.
Territorios perdidos durante el siglo
XIX
En
1815 tuvo éxito la insurrección de Serbia formando un estado independiente de
facto, consiguiendo la independencia de iure en el Tratado de Berlín de 1878.
El levantamiento de Grecia comenzó en 1821 y, en un principio, fueron derrotados,
pero finalmente recibieron el apoyo de Inglaterra, Francia y Rusia,
consiguiendo que en 1829 se firmara el Tratado de Adrianópolis, por el que se
reconocía la autonomía de Grecia, así como la de serbia y los principados de
rumanos de Valaquia y Moldavia. Finalmente, Grecia tuvo la independencia en
1830.
En
1878 se firma el Tratado de San Stéfano, por el que la Gran Bulgaria consigue
su independencia. Asimismo, Chipre pasa a manos británicas, Francia ocupa la
Tunicia e Italia la Tripolitana (Libia), Bosnia y Herzegovina pasa al Imperio
Austrohúngaro y el imperio Otomano obtiene Armenia. En
1882, el Imperio Otomano pierde virtualmente Egipto, convirtiéndose en
protectorado británico. En 1895, el Imperio Otomano luchó contra Grecia por la
isla de Creta y a pesar de su victoria militar, la isla pasó a manos griegas.
El
zar Nicolás I había denominado al Imperio Otomano como el enfermo de Europa y
no le faltaba razón. Para mayor desgracia, todos los Estados e Imperios que lo
limitaban colaboraron de alguna manera con los movimientos independentistas que
surgieron en su interior, con el objeto de debilitarlo y quedarse con una parte
de sus territorios. Sin embargo, jugó a favor del Imperio Otomano las
rivalidades existentes entre las otras potencias, que impidieron que la
disolución fuera aún más rápida.
Jóvenes turcos
Después
de tantas pérdidas y con una situación económica bastante crítica, en 1908
comenzó una revuelta iniciada por los llamados “Jóvenes Turcos”. Eran un
movimiento cuyo principal partido era el Comité para la Unión y el Progreso
(CUP), que estaba compuesto por civiles y militares, sin embargo, la revuelta
comenzó con un levantamiento castrense (de aproximadamente 200 efectivos) en
Macedonia. Lo que comenzó como una pequeña mecha, pronto prendió y fue sumando
adeptos. El comandante del ejército y miembro de los Jóvenes Turcos, Ismail
Enver proclamó la Constitución de 1876 (el Sultán Hamid II la había suspendido
en 1878) en varias poblaciones macedonias. En definitiva, fue la clásica controversia
entre un sistema parlamentario y un absolutista, por tanto, es razonable que
detrás de los grupo proparlamentarios estuviese la Masonería (está comprobado
de que los miembros más influyentes del CUP eran masones).
Como
el Sultán se dio cuenta de que el ejército no quería reprimir a los
revolucionarios, decidió contemporizar y volver a reconocer la vigencia de la
Constitución de 1876. Finalmente, los revolucionarios no tomaron el poder, que
quedó en manos del Sultán (que además en su condición de Califa, era el líder
musulmán) y del Visir Said Pachá, que era el Primer Ministro.
En
1908 se constituyó el Parlamento, que tuvo una gran mayoría de los diputados
del CUP. Sin embargo, dentro del ejército, los partidarios de los Jóvenes
Turcos eran los oficiales, mientra que la tropa era mucho más religiosa (no
estaba influenciada por la Masonería) y leal al Sultán, en abril de 1909, los
soldados más leales a Hamid II iniciaron una contra revolución marchando contra
el Parlamento. Exigían un nuevo gobierno, la dimisión de los miembros del CUP y
la instauración de la Ley Islámica. Inicialmente consiguieron sus objetivos con
la huída de varios miembros del Parlamento (los contrarevolucionarios estaban
apoyados por el Sultán), pero esta reacción fue de muy corto recorrido, ya que
el mismo cuerpo del ejército macedonio se levantó en armas y marchó hacia
Estambul.
Sin apenas oposición, reprimeron la revuelta y volvieron a darle el
poder al Parlamento. En una solemne reunión de las dos Cámaras destituyeron al
Sultán y designaron en su lugar a su hermano pequeño, Mehmed V. El nuevo Sultán
había estado prisionero de su hermano durante 33 años, porque Hamid temía que
le quitara el poder, y, en ese momento, cuando realmente se lo arrebató,
enseguida se convirtió en un gobierno títere (luego de la desastrosa campaña en
los Balcanes), ya que el poder, después de 1913, quedó en las manos de los
Jóvenes Turcos.
Los
tres principales jefes del nuevo gobierno fueron el gran visir, Talat Pachá; el
ministro de la guerra, Enver Pachá; y el de la marina, Cemal Pachá. Talat Pachá
era Gran Maestro de la logia masónica del Gran Oriente Otomano, a pesar de que
sus dos compañeros no eran masones, sí lo eran la mayoría de los políticos del
CUP. Recordemos que la religión islámica condena a la Masonería, así el Colegio
Jurisdiccional islámico determina que la Masonería es una organización
peligrosa y destructiva, cualquier musulmán que se afilie a ella, conociendo
sus verdaderos objetivos, es un infiel al Islam.
Es
importante reseñar que el millonario comunista (parece una tomadura de pelo,
luego la historiografía oficial lo explica ridículamente y si una no se aleja
de la razón, llega a la primitiva conclusión) “Parvus” Helphand (ya vimos que
conocía a Lenin y Trosky, por tal motivo fue el que enlazó a Warburg con Lenin,
con el objeto de financiar a este último) fue el cerebro de la financiación de
los Jóvenes Turcos. Un personaje como “Parvus” es razonable creer que trabajaba
para la gran banca internacional (cuando fianció a Lenin, quedó demostrado de
que estaba muy cercano a Warburg), además, era judío como los principales
banqueros y estos solían vincularse con personas de la misma religión, otro
dato a tener en cuenta es la cantidad de masones que había en los Jóvenes
Turcos (los masones siempre aprecen muy vinculados a la gran banca
internacional, en mi opinión los financia y de alguna manera trabajan para
ella).
Lo cierto fue que Parvus hizo grandes negocios con el tráfico de armas y la financiación de estos revolucionarios, incluso vivió cinco años en Estambul, y estas actividades lo hicieron inmensamente rico (así funcionaban estos teórciamente comunistas). ¿Acaso estaban detrás de estos negocios la gran banca internacional? No es posible que Parvus actuase solo, ya que no tenía ese poder, es muy probable que fuera el agente de la gran banca. Esto queda aún más demostrado cuando junto a Warburg procede a la fianaciación de Lenin, además allí quedó verificado que también tenía una gran relación con el alto mando alemán, sobre todo con su ministro de finanzas, Walter Rathenau, también de religión judía.
Escudo de armas de los warburg |
Lo cierto fue que Parvus hizo grandes negocios con el tráfico de armas y la financiación de estos revolucionarios, incluso vivió cinco años en Estambul, y estas actividades lo hicieron inmensamente rico (así funcionaban estos teórciamente comunistas). ¿Acaso estaban detrás de estos negocios la gran banca internacional? No es posible que Parvus actuase solo, ya que no tenía ese poder, es muy probable que fuera el agente de la gran banca. Esto queda aún más demostrado cuando junto a Warburg procede a la fianaciación de Lenin, además allí quedó verificado que también tenía una gran relación con el alto mando alemán, sobre todo con su ministro de finanzas, Walter Rathenau, también de religión judía.
Es
verdad que esta banca ya estaba instalada en una situación privilegiada en el
Imperio Otomano, pues podeían el Banco Central privado que emitía la moneda
(desde 1856, la mayor parte pertenecía a capitales privados franceses e
ingleses, en ambos casos judíos). Sin embargo, había un motivo muy goloso en su
disolución: dentro de su territorio estaba Palestina, que era el sitio elgido
por el movimiento sionista para crear el estado judío. El gran financiador y
jefe de los sionistas era el banquero Rothschild, incluso la Declaración
Balfour iba dirigida a este banquero (este documento es la promesa de los
británicos de la cesión de una parte de Palestina para la creación del futuro
estado judío, recordemos que fue realizada en noviembre de 1917).
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