Hungría
En octubre de 1918, quedaba claro de que Hungría había perdido la guerra, por este motivo sucedieron una serie de insurrecciones que terminaron con la proclamación de la República el 29 de octubre, tomando el poder el Conde Karolyi. Sin embargo, continuó habiendo una gran agitación política y en febrero de 1919 se realizó una brutal represión de una manifestación, en donde fue detenido el líder comunista Bela Kun. Este político era de origen judío y como en la represión del gobierno fue tratado bestialmente, enseguida ganó una notable publicidad. Además, durante su detención recibió ofensas de carácter antisemita, lo que lo convirtió en un héroe, concentrando una gran simpatía popular.
Discurso en Budapest de Bela Kun, 1919 |
Finalmente, el Conde Karolyi cayó y se declaró la República Soviética de Hungría, una unión de socialdemócratas y comunistas apoyados por Moscú, en donde Bela Kun fue nombrado Comisario de Exteriores. No tardó mucho en convertirse en la principal figura del nuevo gobierno. Sus primeras medidas se encaminaron a la nacionalización forzosa de la banca, la industria y las grandes explotaciones agropecuarias. Fue precisamente la negativa del gobierno a repartir las tierras entre los campesinos, lo que originó el desconteto de estos, creciendo su oposición y aumentando las dificultades de abastecimiento, dando lugar a varias revueltas que fueron reprimidas por las tropas de Bela Kun y costaron la vida a unas diez mil personas. Entre las tropas que utilizó el gobierno había varios miles de rusos que se emplearon con particular dureza y los llamaron “los chicos de Lenin”, ya que habían sido enviados por el dictador soviético.
A la vez que estos enfrentamientos sucedían en el campo, en las ciudades eran asesinados cientos de propietarios de empresas que no dejaron que el gobierno se las arrebatase. Esta masacre se conoció como el “Terror Rojo de Hungría” y se inició en junio, justo después de que algunos oficiales del ejército anticomunistas intentaran dar un golpe de estado y fracasaran.
Una victima del "Terror Rojo" en Hungria |
En cuanto cayó el régimen comunista, tomó el poder el almirante Miklós Horthy (antiguo oficial de la armada austrohúngara), al frente de una coalición conservadora nacionalista, asumiendo el cargo de regente del rey de los Habsburgo, aunque este jamás regresaría a Hungría.
En noviembre de 1920 se ratificó el Tratado de Trianon, en el que los vencedores de la Primera Guerra Mundial impusieron sus duras condiciones: el país perdió el 70% de la población y del territorio, quedando mucha población de origen húngaro distribuída por otras naciones (fundamentalmente por Eslovaquia y Rumanía).
En noviembre de 1920 se ratificó el Tratado de Trianon, en el que los vencedores de la Primera Guerra Mundial impusieron sus duras condiciones: el país perdió el 70% de la población y del territorio, quedando mucha población de origen húngaro distribuída por otras naciones (fundamentalmente por Eslovaquia y Rumanía).
Horthy presidió el gobierno durante los siguientes 24 años. En noviembre de 1940 Hungría se unió a la alianza del Eje. Después de la derrota de las tropas alemanas en Stalingrado (Segunda Guerra Mundial), Horthy quiso negociar un armisticio separado con los aliados occidentales y con el fin de impedir esta iniciativa, los alemanes ocuparon Hungría en marzo de 1944. En febrero de 1945, las tropas soviéticas conquistaron Budapest, asegurándose de instalar un gobierno comunista que duró hasta 1991.
En 1956 hubo una revuelta contra los comunistas, en la que el gobierno utilizó al ejército para reprimir, sin embargo, estas fuerzas se negaron a disparar contra la población e incluso confraternizaron con ellos (se sabe que les entregaron algunas armas). Finalmente, el gobierno comunista llamó a los soviéticos, que les enviaron tropas en su auxilio y controlaron la situación (lamentablemente esta revuelta ocasionó una gran cantidad de víctimas). En estos momentos, Hungría está creciendo económicamente y mejorando progresivamente, siendo el sector turísitico (una bella herencia del Imperio) una de las fuentes más importantes de trabajo y de ingreso.
Austria
Después de la derrota en la Primera Guerra Mundial, los austríacos fueron obligados a firmar el Tratado de Saint Germain en 1919, en el que no se respetaron los 14 puntos que había propuesto el presidente de los EEUU, Wilson, que garantizaban la supervivencia del Imperio (el propio Wilson declaró que no se podían acordar esos puntos). Este Tratado decretó la total independencia de Hungría y la pérdida de la mayor parte del territorio perteneciente a Austria (Bohemia, Moravia, sur de Silesia, Eslovenia, Bosnia Herzegovina, Dalmacia, Trentino, Tirol del Sur, Trieste e Istria). Además, se prohibía cualquier clase de unión política o económica con Alemania. Con este tratado la mitad de los doce millones de habitantes del Imperio que eran de lengua alemana quedaron fuera de la nueva República de Austria.
La nueva República tenía solo unos 80.000 kilómetros cuadrados, solo el 25% de su anterior extensión. Como si todo esto no fuera suficiente, también le impusieron fuertes sanciones por reparación de guerra. Después de los tratados que se vieron obligadas a firmar las potencias derrotadas, ¿se podría evitar una próxima guerra?
Carlos I de Austria |
Hoy en día, Austria es uno de los diez países con la renta per capita más elevada del mundo, aunque su territorio y población representa una mínima parte de lo que fue el Imperio. Además, ha perdido sus puertos de mar y una gran parte de sus recursos naturales.
¿Quién se benefició y quién se perjudicó con el aniquilamiento del Imperio Austrohúngaro?
En los países surgidos tras el aniquilamiento que hemos estudiado y en otros territorios, que no hemos analizado, que se incorporaron a Polonia y Rumanía, jamás se vivieron los cincuenta años de paz y prosperidad que tuvo Austriahungría desde el Compromiso de 1867, en el que se formó la monarquía dual, hasta la Primera Guerra Mundial.
¿Por qué?
Austríacos recibiendo a las tropas alemanas en Anschluss |
¿Acaso alguien ya había planificado la Segunda Guerra Mundial o todo resultó una casualidad? Probablemente ya estuviera ideado ese futuro enfrentamiento y solo estaban buscando los peones necesarios para alcanzar este objetivo.
Lo cierto fue que el destino de estos nuevos países resultó desastroso (realmente lo fue para toda Europa) y felizmente hoy, después de cien años, empiezan a levantar cabeza, por lo menos en una gran parte de los mismos (lamentablemente Bosnia Herzegovina aún se encuentra en una situación muy precaria). ¿Por qué motivo las naciones que se originaron con el desmembramiento del Imperio que centralizó la cultura, el arte, el teatro, la música y la belleza se convirtieron en auténticos infiernos en donde la guerra y el desorden social adquirió un protagonismo nunca antes visto?
Budapest |
Además, en casi todas (excepto Austria) sufrieron gobiernos comunistas muy sangrientos, que los retrasó en su desarrollo y significó un oscurantismo impropio de la luminosidad anterior. ¿Acaso esto también resultó una casualidad o algún importante poder lo planificó?
Lo único que podemos afirmar con absoluta rotundidad es que la destrucción del Imperio trajo aparejado un periodo histórico, social y político de caos, que perjudicó notablemente a los pueblos que conformaron el Imperio. Dentro de todas estas contrariedades podemos constatar que el caso de Austria resultó mucho más positivo y, a pesar, de la pérdida de inmensos territorios, las compensaciones de guerra a las que fue condenado, la violencia y las guerras que tuvo, logró salir de estos desastres y actualmente goza de un nivel de vida elevado, muy parecido al que había tenido en el Imperio.
Como conclusión final, podemos afirmar sin el más mínimo temor a equivocarnos, de que los se dedicaron al negocio financiero y al aprovisionamiento de armas y otros pertrechos, hicieron un gran negocio, cuya magnitud hubiera sido inalcanzable de seguir existiendo el Imperio.
El Palacio de Schönbrunn, en Viena |
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